Explorando mis zonas predilectas en el Madrid de los Austrias, no puedo olvidarme, jamás de los jamases, de pasear por la céntrica calle de Fuencarral y todo lo que la rodea.
Pateando con tranquilidad puedes encontrar tiendas y locales de todo tipo, aunque estos últimos años están proliferando los gustos y los estilismos con cierto regusto popero.
Es como si la movida madrileña se resistiera a marcharse y estuviese pidiendo quedarse un poco más con nosotros.
Por eso es tan fácil encontrar incluso arte grafitero con un puntito de nostalgia a la vista de cualquier paseante.