En cuanto pisas suelo lisboeta notas unos aires nuevos en la ciudad.
Otro estilo de vida y otro modo de mirar a la realidad. Ya desde la primera vez que estuve aquí, el pensamiento que vino a mi cabeza fue que me encontraba en La Habana europea.
En el mismo centro de la ciudad imperan edificios decadentes de múltiple colorido, con ropa tendida en las ventanas y un aire de andar por casa que convierte a toda la urbe en un lugar acogedor, con un puntito caribeño gracias a la gran cantidad de inmigración brasileña que se ha establecido aquí.
Así que, si estás buscando un lugar con una alta calidad de vida, Lisboa no será tu destino. En cambio, si te gustan las ciudades con su Historia viva y con cierto aire pobretón, Lisboa te robará el corazón.
Y es que no pretende ser lo que no es, sino que muestra orgullosa su personalidad, manteniendo su forma de ser intacta. De este modo, si observas bien las calles, acabas encontrándote a cada paso con edificios que muestran una riqueza de aires pasados y que hoy permanece en pie con una nostalgia permanente cubriendo sus puertas y ventanas.
Esta fotografía la tomé esperando al tranvía en la céntrica Praça da Figueira, con el estupendo zoom de mi Lumix Panasonic DMC-T28, que me permite acercarme silenciosamente hasta largas distancias.
En este caso, la imagen que vislumbraba desde mi ubicación me transmitía un algo muy casero que me conquistó. Sábanas tendidas en la buhardilla de una plaza concurrida son algunos de los elementos básicos de la Lisboa que buscaba.
Y con ella me encontré.
4 comentarios de “La Habana Europea”
Muy interesante… Gracias por compartirlo
una foto bien chula