La implicación de vecinos y cofradías hace que se alimente el turismo sostenible en estas zonas, ya que abre la puerta a gastronomía, arte y monumentos que de otro modo no se conocerían
En nuestro capítulo número 12 te invitamos a sumergirte con nosotros en la parte más folclórica y cultural de la Semana Santa en España. Una festividad en la que se unen devoción, emoción, sentimientos y creencias de mucha gente.
Y todo ello confluye en una espiritualidad que atrae a visitantes de dentro y fuera de España a alguna de esas localidades en las que estas celebraciones cobran un carácter especial.
De hecho, la implicación de vecinos y cofradías hace que se alimente el turismo sostenible en estas zonas, ya que abre la puerta a gastronomía, arte y monumentos que de otro modo no se conocerían.
Así que a partir del Domingo de Ramos de una punta a la otra de España vemos procesiones, saetas, tamboradas, cirios encendidos en medio de un silencio atronador…
Tenemos tradiciones de estas fechas que se mantienen en el tiempo desde antes del siglo XVII y son innumerables los artistas que han reflejado de un modo u otro la intensidad que transmiten. Dalí, Luis Buñuel y Fernando Rey, Machado, Serrat, Lorca, Antonio Banderas, Rocío Jurado… Folklóricas, actores, pintores, poetas, escritores, fotógrafos…
Uno de nuestros autores más reconocidos, Gustavo Adolfo Bécquer, supo además reflejar las diferencias dentro de España entre la Semana Santa sevillana y la de Toledo. Dos localidades donde además influye la cultura de su propia zona para dotar a esta fiesta de un aire más devoto o con algo más de folklore.
Mientras las celebraciones toledanas eran sobrias y austeras y conservaban la tradición cristiana, ya advertía Bécquer que la Pasión de Sevilla era una mezcla de fervor y paganismo, de fasto, lujos y bufonadas…
Muchos hemos visionado en persona algún acto de este tipo con las procesiones de todos los años.
Y mucha de esta esencia la conservamos sobre todo en las procesiones nocturnas donde avanza la procesión y sus capuchinos, rodeados de silencio y cirios goteando en ese suelo sobre el que algunos pies van descalzos.
Por eso nos suena tan extraño a muchos que este año, por segunda vez, toda esta tradición se vea silenciada por la pandemia que estamos viviendo desde hace ya más de un año.
De hecho, entidades y asociaciones como la de los Pueblos más Bonitos de España han decidido cancelar estas procesiones ante los riesgos para cofrades, visitantes y feligreses.
Y son en total 104 pequeñas localidades que verán apagados sus cirios y paralizadas sus andas, mientras nos recomiendan por segundo año consecutivo seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y, en caso de tener que viajar a nuestros pueblos, hacerlo con la prudencia y respetando las medidas de seguridad establecidas.
Algo que implica paralizar toda esta actividad.
Otras localidades de las que te hablamos en el podcast:
– La representación viviente de la Pasión de Cristo en Chinchón, desde 1963, es la más antigua de la Comunidad de Madrid. Un espectáculo de Interés Turístico Nacional, representado al aire libre y que cuenta con una escenografía en la que participan cientos de personas y que reúne en la bella plaza de Chinchón a miles de visitantes tanto nacionales como internacionales.
– En la localidad de Covarrubias se celebra una de las procesiones más antiguas de Castilla y León, la del Santo Entierro, con estaciones vivientes representadas por los propios vecinos. Es la única en España en la que los fieles recorren las estaciones, desde la última cena hasta el descendimiento.
– Si bajamos al sur veremos que en Frigiliana, en la provincia de Málaga, las túnicas negras se mezclan con la luz de las velas y las saetas de las mujeres en un espectáculo lleno de color, aromas florales, arte y fervor.
– La Semana Santa sevillana con su comida de cuaresma, sus espinacas con garbanzos y esas torrijas que rozan el misticismo.
Una festividad que recoge con un acierto maestro el artículo publicado en el ABC La Pandemia cofrade, escrito por Alberto García Reyes y donde reivindica que “los talleres de orfebrería y bordados, las cererías, los imaginarios o las tiendas de túnicas y accesorios de nazareno dan trabajo a más de 5.000 familias en todo el país, que ahora están pendientes de ayudas directas que les permitan no sólo sobrevivir, sino salvaguardar una tradición que sostiene artísticamente a la Semana Santa para que sea un polo de atracción tanto de religiosidad popular como cultural”.
También encierran información muy valiosa sobre la economía y el modo de vivir en cada zona de nuestra península. Y es que cada fiesta se ajusta así a sus características más definitorias.
– En la serranía de Ronda, los más de 500 vecinos de Genalguacil, en Málaga, conmemoran la Semana Santa con el niño del huerto. Se trata de una celebración que arranca a las cinco de la mañana y en la que los vecinos recorren las calles y huertos del municipio, recolectando frutas, verduras, hortalizas, animales e incluso macetas.
Todo ello para recrear a la entrada del pueblo un huerto con el trono del niño Jesús, para que pueda esperar a su madre.
Será con las primeras luces del domingo cuando visitantes y vecinos acudan a este huerto a dar sus donaciones, y llevarse a sus hogares algunos de los productos recogidos durante la noche, mientras la imagen de la virgen sale de la Iglesia de San Pedro Mártir de Verona en busca de su hijo resucitado. Tras encontrarse madre e hijo, serán llevados por las calles del pueblo, para al medio día ambos tronos, el de María y el de Jesús, puedan entrar en el templo hasta el próximo año.
– En Castellón los vecinos de Borriol viven cada año la Pasión de la Semana Santa. El evento más multitudinario de esta localidad, que preparan durante todo el año para acoger a 15.000 personas. Todo para conseguir una puesta en escena por escenarios reales repartidos por todo el pueblo. Este año, a pesar de no poder hacer esta representación, la Semana Santa en Borriol tendrá fotografías repartidas in situ por todo el pueblo y hasta tambores en los balcones.
– Recogemos también las parte más gastronómica de la Semana Santa en nuestras Islas Baleares, con productos tan deliciosos como las empanadas de carne, guisantes o pescado y los robiols, dulces rellenos de cabello de ángel, requesón o confitura.
Remarcar que muchos datos del podcast los hemos recopilado del artículo del ABC ‘La pandemia cofrade', del periodista sevillano Alberto García Reyes; y de las webs leyendasdetoledo.com y sevillaactualidad.com.