El Mercado de San Miguel, en la calle Mayor de la capital, es una manera perfecta para comenzar a abrir boca en el mismo centro de Madrid.
¿Lo mejor de todo? La amplia variedad de precios, muchos de ellos realmente asequibles, que permiten a todos los bolsillos conocer los distintos sabores y texturas que ofrecen los puestos.
Desde vinos hasta tapas o tostas, pasando por fruta para llevarte a casa, o al hotel, tienes la ocasión de disfrutar de un trocito sabroso de Madrid.
Otra de las ventajas es que puedes acercarte para tomar un aperitivo antes de una comida o cena más consistente en uno de los muchos locales que hay por la zona, o, por el contrario, decantarte por recorrer varios puestos del mercado, llenando tu estómago probando los diferentes vinos y postres.
Y, de paso, cumples con una de las tradiciones más madrileñas: el tapeo.
3 comentarios de “Mercado de San Miguel”
Con tu permiso, voy a hacer un pequeño apunte: el Mercado de San Miguel está en la Plaza de San Miguel, no en la calle Mayor (está al lado, eso sí). Antes era un mercado bastante caro, pero en los últimos años remodelaron varios en la capi para hacer este tipo de establecimiento, tan de moda en otras capitales europeas: los puestos se convierten en bares que comparten mesas en el centro, y uno puede ir recopilando lo que le apetece de cada uno de ellos. Está muy bien el de San Antón, en Chueca.
Saludos!