Si tienes idea de hacer alguna ruta por los pueblos de la Alcarria, te aconsejo que no te pierdas la preciosa localidad de Brihuega y sus campos de lavanda
Hace poco, buscando nuevos pueblos con encanto cerca de Madrid, me lancé a la búsqueda de pueblos en la Alcarria, después de haber leído tropecientas opiniones favorables. Toda esta comarca, donde se encuentra la vega del río Tajuña, es una zona llena de contrastes de colores y de una naturaleza impresionante. Una mezcla de paisaje castellano y de una Toscana con aire español.
Así que el plan fue hacer una ruta de un día desde Madrid hasta Brihuega, a 33 kilómetros de Guadalajara, parando por la carretera de vez en cuando para hacer fotos.
Y es que hay tantos pueblos de Guadalajara con encanto que lo mejor es acercarse sin mucha prisa, disfrutando de todo lo que te va ofreciendo esta mini road trip, y sin una hora exacta para llegar o marcharse.
Al llegar te encontrarás con una localidad que actualmente tiene unos 2.500 habitantes empadronados, y con un ambiente muy acogedor en cualquiera de sus locales. Además, tiene un concepto urbanístico envidiable, con edificios antiguos muy cuidados y una construcción muy armónica en todo su término urbano. Su entorno municipal también está lleno de opciones para visitar, con lo que nunca se acaban los planes.
Asador El Tolmo
Si quieres comer bien y a un precio low cost, uno de los locales más aclamados de Brihuega es el Asador El Tolmo, donde te mezclarás, sobre todo, con gente de la zona.
Aquí es obligatorio, sí o sí, que pruebes los tolmitos de bacalao, que son una de sus tapas más características. Nosotros los combinamos con unas setas a la plancha con all i oli y unas cañas, y nos quedamos en la barra para no perdernos el ambiente. Si no eres de comer excesivas cantidades, con dos o tres tapas de este tipo para dos personas te quedarás saciado. El precio por persona es de unos 12 euros.

La Celestina Café Boutique
Para tomar té, café o un buen trozo de tarta, tienes La Celestina Café Boutique, donde también tienen terraza exterior que mira hacia la preciosa iglesia de San Felipe, construida en el siglo XIII. El interior del local está arreglado con tanto mimo que cuando entras no ves la hora de marcharte.
Aquí probamos tarta de zanahoria -un 10 a la presentación, a la textura y al sabor-, y unas infusiones. La mía fue de té rojo, pero de vez en cuando van adaptando las opciones a la temporada del año. Ahora tienen latte de Navidad, Golden Christmas y té rojo de Navidad.
El chico que lleva el local, un encanto. Ha construido un ambiente realmente acogedor y de calidad. Bravo por él.

Los campos de lavanda de Brihuega
Pero aunque la estampa invernal en este sitio invita a acercarse hasta en las épocas más frías del año, uno de los mayores encantos de esta localidad son sus campos de lavanda en verano, cuando se llenan de un color violeta precioso.
La foto que ves aquí abajo es del 8 de diciembre, por lo que no tiene nada que ver con el espectáculo que ofrece durante los meses de julio y agosto. Aún así, te aseguro que la vista es impresionante.

Vayas cuando vayas, Judith García del Moral, de Stybell, tiene en su local productos elaborados con la flor de la lavanda a precios que arrancan desde un euro. Todo dependerá del producto, claro está, pero si quieres llevarte algún recuerdo bonito de la zona aquí tendrás un montón de opciones a precios asequibles.
Para 2019 nos aconsejó que, si no queremos hacer el viaje en balde, estemos atentos a las previsiones de floración, ya que en 2018 no estuvo lista hasta la primera semana de agosto. Lo normal es que sea hacia finales de julio.

Ahora mi idea es volver para sacar las fotos en su máximo auge y para poder ver de primera mano el Festival de la lavanda, que ya he incluido en mi listado de turismo festivalero para 2019. Me interesa porque voy detrás de festivales que no sólo me ofrezcan música y que sean para un público selecto, y este aúna en un mismo concepto gastronomía de alta calidad con música made in Spain.
Así que dejo para la entrada de agosto de 2019 el resto de cosas que puedes ver aquí, como su castillo de la piedra bermeja o las puertas y murallas de la villa. Estas últimas de construcción árabe.
Extras
1. Aunque en Brihuega hay muchos alojamientos de una gran calidad, he conocido por las redes el Hostal Restaurante Villa de Brihuega, que se encuentra en pleno proceso de apertura y en el que tienen previsto ofrecer experiencias gastronómicas. Y, como siempre defiendo la idea de viajar con un porqué, les deseo mucha suerte en esta nueva aventura y les doy mi voto de confianza.
2. Antes y después de Brihuega, en la CM-2o11, tienes las localidades de Torija y Civica, que bien valen la pena para una nueva parada y un post cada una. La Alcarria en estado puro.
3. Si quieres hacer una salida de más de un día, Alcalá de Henares, a medio camino entre Madrid y Brihuega, también merece una parada de al menos una jornada, en la que tienes que ver, como mínimo, la casa de Cervantes, la Universidad, la Iglesia de los Santos Niños, y el Obispado.
¿Algo más por la zona que no haya mencionado?
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