Así es. Comenzamos.
Y qué mejor manera que haciendo un repaso por todos esos sueños que llevan tiempo apuntados una y otra vez en los cientos de listas que hago y rehago un año tras otro. Listas de lugares, libros y proyectos culturales.
Así que me marco el objetivo de conseguir que este 2013 no sea un año tan malo como algunos nos quieren hacer creer.
Tampoco me voy a marcar objetivos inalcanzables.
Voy a ir paso a paso, marcando el objetivo de decidirme por un destino viajero (difícil elección entre los cientos que aún no he cumplido), un libro para el que nunca encuentro tiempo y un acto cultural, donde sea y del tipo que sea, para el que siempre pongo excusas.
De los destinos viajeros, por su cercanía y precios similares a los de España, me decanto por una primera visita a Roma, Cerdeña, Marrakech y Rabat, Praga, Londres -donde revivir momentos únicos-, o Menorca. Aún tengo algunos meses para buscar opciones en cada uno de estos lugares y decidir por cuál me decanto.
Entre todos los libros que se apilan en la mesilla de noche, me decanto por Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez. Un libro que en alguna otra ocasión se me ha resistido, pero que de alguna manera guarda la esencia del viajero: regresar a casa.
Y como acto cultural me decido por estar al otro lado, frente al público, junto a un grupo de batucada, una manifestación musical procedente de culturas africanas y que transmite la misma alegría que tienen las misas de godspell que algún día disfrutaré en directo en Virginia o Massachusetts.
Y tú, ¿qué objetivos viajeros apuntas en tu agenda?
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Viajar es cruzar Océanos… descubrir nuestra imagen en el espejo de gentes que son como nosotros quisimos que fuesen… pero que afortunadamente no lo conseguimos. Conservan la ingenuidad y la educación, que jamás debimos perder…
El snobismo viajero -y gregario- de ciertos nuevos ricos nos hizo llamar ‘viajar’ a simplemente desplazarse, comer y comprar. Pero sin los ojos curiosos de infiltarase en las venas abiertas de otras culturas… con la vocación del descubrimiento verdadero de otras vidas respetables, de otras gentes diferentes…
Sin ‘ese’ espíritu, viajar puede ser vulgar y provocar la vergüenza ajena ante el atroz espectáculo, casi obsceno, de una falta de sensibiulidad que desprecia las diferencias.
América, mi querida América es una sinfonía plural de sentimientos, que muchos no saben ni imaginar, por el embotamiento que producen sus deseadas ‘pulseras’ que les encadenan a una tumbona, como morsas al sol, donde engullir lo que un búfalo no consumiría ni en media vida.
Los Centros Resorts me parecen guaridas detestables, cuya única virtud es que ‘encierran’ a los especímenes que jamás me gustaría encontrar cuando viajo…
Y dicho todo esto… y una vez que me he desahogado… puedo viajar libre.. sin prejuicios ni ataduras… que es la única forma de viajar…
Gemma… Te seguimos y te acompañamos en esta nueva aventura de tu Blog! ENHORABUENA
Una sugerencia… Incluye también Portugal en esa lista de sugerencias… Porque les adoro y porque se lo merecen 🙂
Un abrazo inmenso
Veo que compartimos actitudes muy similares en cuanto a la auténtica manera de viajar, Fernando. El verdadero viajero se caracteriza por huir de destinos turísticos o por ser capaz de vivir estos destinos de una manera diferente a la establecida hoy en día. Los “resorts” que mencionas son el máximo exponente de ese estilo viajero que en nada se parece a los viajes de verdad. Hace un tiempo alguien me dijo que prefería viajar por motivos de trabajo que por motivos vacacionales, porque al viajar de trabajo conoces de verdad a la gente de ese país, tratas con ellos de tú a tú. Conoces sus normas, sus risas, sus acentos. Y esa es la base y el objetivo del verdadero viaje. Ojalá pueda poner en marcha proyectos viajeros al estilo de aquellas mujeres de principios del s.XX. Y si no, al menos lo habremos intentado 🙂
No incluyo Portugal en las metas de este año porque estuve hace unos años en Lisboa y me prometí volver algún día para hacer un recorrido completo por la zona y acabar de empaparme de esa capital que hoy en día sigue siendo para mis ojos La Habana europea, urbanísticamente hablando. Como mi intención es recorrer toda la costa del Algarve, es un viaje que quiero preparar a conciencia 😉
Muchos abrazos viajeros para ti, Fernando.