Conocerás los encantos de esta parte de Bilbao cruzando el río Nervión y parando en los pueblos que conforman la zona conocida como el Gran Bilbao
La ciudad de Bilbao es una de esas urbes a las que el tiempo sienta bien.
Ciudad industrial por antonomasia en el norte de España, en la década de los 90 Bilbao comenzó un proceso de renovación y de cambio de imagen que ha derivado en la preciosa ciudad norteña que tenemos hoy en día.
Así que 20 años después no tiene nada que envidiar a ciudades como Santander o San Sebastián, que siempre le han hecho algo de sombra.

Aire modernista y gastronomía
Cuando pasees por Bilbao verás cómo se ha convertido en una ciudad con un aire modernista y mucha cultura gastronómica por todo su casco antiguo, especialmente con sus famosos pintxos.
Bilbao tiene ese encanto vintage de una ciudad portuaria que se tomó muy en serio el cambio de perspectiva. Y esto es algo que verás claramente en la ría de Bilbao y en toda la zona conocida como El Gran Bilbao.
Siendo una ciudad llena de industria anclada al puerto, especialmente con el negocio de la metalurgia, no es de extrañar que sus calles acabaran adoptando un aire grisáceo, con una suciedad que ha ido desapareciendo en las últimas décadas.
Hoy el gris que verás será el de una ciudad viejuna y con muchos días de niebla. Un algo nostálgico que le da un encanto muy especial.
Si quieres saber un poco más, en El salto diario le dedican un artículo muy chulo a esta regeneración urbanística.

Cómo conocer la Ría de Bilbao
Una manera de conocer la ría de Bilbao sin cansarte es haciendo un tur con un ferry que puede durar entre una hora y dos horas y media.
También puedes ir bajando y subiendo en sus diferentes muelles de embarque, con lo que podrás aprovechar para hacer una excursión de un día visitando espacios como la bahía del Abra y localidades como Getxo o Portugalete.
Según he podido investigar, hay rutas que comienzan y acaban en el mismo sitio y la mayoría tiene su comienzo en el embarcadero de Pío Baroja, junto al Museo Guggenheim y muy céntrico.
En prácticamente todas las opciones que puedes contratar, podrás visitar los puntos de interés de la Villa, los pueblos que conforman el Gran Bilbao, llegando hasta el Puente Colgante de Portugalete.
Mi opción fue la de la web de civitatis, ya que vi que tenía muy buenas opiniones.
En este caso el trayecto duró dos horas y media y estuvimos mezclados todo el rato con gente local subiendo y bajando en los pueblos de la ría, por lo que no nos cargamos en exceso de ambiente turístico.

Edificios abandonados
Si algo me gustó de nuestra ruta por la ría de Bilbao fueron las casas oscuras y abandonadas en las dos orillas, las fábricas grises alrededor del puerto, los pequeños amarres y los faros. Todo ello contrastando con edificios modernos en medio del paisaje.
Además, tuvimos la suerte de que había algo de niebla, lo que para mí fue un regalo para sacar alguna foto decente con la FUJI.

Consejos
Si te acercas en verano, mi consejo es que hagas la ruta por la tarde, por eso de ir huyendo de las horas de más calor. Imagino que en invierno lo mejor será a media mañana para que te dé un poco el sol, ya que la humedad puede avivar la sensación de frío.
Eso sí, ten en cuenta que si coges el último trayecto del día tendrás que hacer la ruta toda seguida, sin bajar en ninguna parada ni en la ida ni en la vuelta.
Si quieres conocer un poco más Bilbao, aquí te enseño mi visión particular del Guggenheim, ubicado también en la ría de la ciudad.
Y si te quieres mover un poco por la provincia de Vizcaya, no dejes de visitar el puente de Gaztelugatxe.
