Los cementerios de Escocia son lugares de descanso para vivos y muertos, con espacios para pasear, jardines cuidados y bancos para sentarse
Si te informas un poco sobre la historia británica y su literatura, te darás cuenta de que es una tierra llena de historietas góticas con mucha niebla, fantasmas, asesinatos, misterios y tumbas.
Y, en realidad, hay algo de todo esto en casi cada localidad en la que te detengas, con un aire que te acabará cautivando.
Porque, si algo me ha sorprendido (muy gratamente) en este viaje, han sido los cementerios escoceses.
En todos los lugares he visto espacios abiertos, convertidos en lugares de descanso para vivos y muertos. Con jardines verdes, tumbas grises con aire nostálgico y un algo melancólico que invitaba a sentarse en alguno de sus bancos y respirar. Sólo respirar.
Me gusta esta manera de tratar la muerte, con menos drama, e incluirla de un modo natural en el día a día. Vivos y muertos conviven sin ningún problema. Como la Comala rulfiana de Pedro Páramo, pero con un algo más dulcAsí que a continuación te hablo de los que más me han impresionado.O, como diría Mr. Gabo en sus cien años de soledad, «todavía no tenemos un muerto. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra.»

El cementerio de Glasgow
Al lado de la catedral de Glasgow, justo en su parte trasera, se encuentra su cementerio victoriano, conocido como la Necrópolis de Glasgow, con 50.000 personas enterradas y un total de 3.500 monumentos. Muchos de sus espacios verdes son realmente sepulcros que no fueron señalizados, aunque la verdad es que es muy agradable darse un paseo por todo el camposanto.
Para poder acceder, tendrás que cruzar el puente de entrada, a la izquierda de la catedral, y que tiene un aspecto muy señorial.
Si tienes una mañana para dedicarla a ver estos dos espacios (catedral y cementerio), te sugiero que contrates un guía para que te cuente datos tan interesantes como que este cementerio, abierto con la idea de ser multi-religioso, fue abierto oficialmente en 1833, aunque su historia se remonta al año 1650.

El cementerio de Stirling
Justo al lado del Castillo de Stirling tienes acceso al cementerio, así que te sugiero que guardes tiempo en tu visita para ver el camposanto con calma.
Al igual que con el de Glasgow, verás que hay varias entradas para acceder y a gente de la zona paseando a sus perros o, simplemente, descansando en uno de sus bancos.
Personalmente, creo que las mejores vistas podrás verlas desde la muralla del castillo. En diferentes puntos y a diferentes alturas. Desde ventanas, muros y pasillos exteriores.

El cementerio de Inverness
Como te cuento en esta entrada, lo descubrimos por casualidad callejeando por la ciudad a primera hora de la tarde. Lo que en un primer momento parecía un jardín público, acabó siendo un cementerio con sus dos puertas abiertas y mirando al río Ness.
Por el césped andaba un conejo dando saltos, encantado de la vida, mientras el sol se ponía al otro lado del río. Y para mí este fue el punto más mágico de este lugar.
Como en todos estos espacios, había un batiburrillo de gente del pueblo y turistas, sin armar jaleo y paseando con mucho respeto entre tumba y tumba.

Edimburgo y la abadía de Holyrood
Para mí, durante el tiempo que visité Edimburgo, el cementerio que más me marcó fue la impresionante Holyrood Abbey, con unos 900 años de historia y su suelo plagado de lápidas.
Como todos estos cementerios británicos, la sensación que tuve todo el rato era de querer quedarme más tiempo, imaginando las leyendas de tanta gente y de tantos siglos.
Más abajo en la galería puedes ver también otro cementerio perdido por la parte vieja de Edimburgo.

¿También has visitado los cementerios de Escocia? Puedes compartirlo abajo en COMENTARIOS. Seguro que me he dejado un montón de opciones que valen la pena para próximas veces.
Ahí va la galería de fotos de los que yo visité en mi primer viaje a Escocia:
2 comentarios de “Los cementerios escoceses”
Con esta entrada, le entran a una las ganas de irse pa’llá. 🙂 ¡Me encantan las fotos, Gemma!